28 de marzo de 2014

Una vuelta por Medina de Rioseco

16/09/14

Monumento al cofrade (Ángel Martín García, 2006)

Terminado el cuarto día de pedaleo en Medina de Rioseco, aprovechamos la tarde para estirar las piernas dando una vuelta por la conocida como Ciudad de los Almirantes.

IGLESIA DE STA. MARÍA DE MEDIAVILLA




Destaca en la cota más alta de la localidad esta iglesia cuyas obras empezaron a finales del s. XV sustituyendo un edificio anterior del que se conservan restos en la capilla de Los Palacios.
La torre barroca actual fue reconstruida en 1700 ya que la anterior se vino abajo.



En el interior de este edificio declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931, destaca la capilla de los Benavente (1543), el retablo mayor (1590) y órgano (1732). Sorprende ver colgada una piel de cocodrilo en la cancela de madera de su entrada, en referencia a la leyenda del cocodrilo del Sequillo.

CALLE MAYOR




Eje principal del trazado urbano, unía las puertas de la muralla llamadas de Posada y de Castro (hoy desaparecidas), por lo que era el centro de la vida comercial y artesanal, como apunta el continuo de soportales que, en su momento, protegía de las inclemencias del tiempo las diferentes mercancías.


En 2011 se colgó una réplica de un cocodrilo como reclamo publicitario de un establecimiento con su correspondiente leyenda escrita en un panel, que explica la presencia de una piel este animal en la iglesia de Sta. María de Mediavilla.

La Leyenda del Cocodrilo del Sequillo

Cuentan que cuando se estaba construyendo la iglesia, los obreros encontraban al día siguiente toda su faena destruida. No se sabía quien era el responsable de aquellas fechorías hasta que un día se sorprendió al monstruo. Era un cocodrilo gigantesco que aprovechaba la oscuridad de la noche para salir de las aguas del Sequillo para destrozar los progresos de la obra.

Este cocodrilo atemorizó a todos los que lo vieron y casi nadie se atrevía a enfrentarse al animal. Tras varios y fallidos intentos de atraparle por parte de los hombres del regimiento del almirante Enríquez, las autoridades, en concejo, decidieron proponer tal trabajo a un preso que trabajaba en las obras de la iglesia con el premio de su libertad si acababa con la fiera.

Armado con una lanza y escondido entre las piedras se le ocurrió colocarse detrás de un gran espejo cuando tuviese delante al cocodrilo. Y así fue. El animal, al ver su propio reflejo, quedó paralizado, confuso... momento que aprovechó el preso para clavarle la lanza y dándole muerte.

De este modo el preso recobró su libertad y las obras de la iglesia pudieron concluirse sin más problemas. La piel del enorme cocodrilo se ofreció a la Virgen y cuelga, desde entonces, en la entrada al templo.



Este clasicista edificio empezó a levantarse a finales del s. XVI y se convirtió en la iglesia más ricamente adornada de toda la ciudad gracias a las donaciones de numerosos riosecanos desplazados a Las Indias.

En la década de los 60 del s. XX sufrió un incendió que, a punto estuvo de destruirla por completo y tras sucesivas intervenciones alberga hoy en día el Museo de Semana Santa.



Era la puerta de entrada principal al recinto amurallado. Aunque data del s. XIII sus claras características defensivas de arquitectura militar responden a alguna intervención en el s. XV.
Cuenta con una capilla dedicada la la Virgen de la Cruz.



Levantada en tan solo 29 años (1491-1520) y gracias a la familia Enríquez, quien sufragó las obras y la utilizó como lugar de enterramiento de su parentela. Es interesante la cripta de la iglesia, pudridero de los fallecidos antes de recibir sepultura como muestra de rito funerario del s. XVI.
Actualmente es el Museo (de arte sacro) San Francisco.



También pertenece a la muralla desde el s. XIII aunque fue reformada en el s. XVI. Se le conoce también como Arco de las Nieves, ya que cuenta con una capilla/balcón donde existe una imagen de dicha Virgen.



Se trata de la antigua alhóndiga municipal, destinada a recoger el trigo y cebada de la villa; excelente muestra de arquitectura civil de finales del s. XVI, aunque las obras empezaron en 1566.



Esta puerta no formaba parte de la muralla medieval y se construyó en el s. XVI en el lugar más alejado del centro de la ciudad. Sustituyó a la puerta de S. Vicente (que se derribó) muy estrecha para el creciente tráfico de mercaderías.
En el segundo cuerpo está la capilla del Cristo de las Puertas.

DÁRSENA



Sita en los Jardines de la Concha sorprende ver un puerto en plena meseta. Es el punto donde concluye el ramal de Campos y lugar donde las aguas del Pisuerga se derivan al Sequillo no sin antes ser aprovechadas, en otros tiempos, por tres de fábricas de harina.
La primera de ellas, la de San Antonio,se ha reconvertido en un Museo de interpretación del Canal de Castilla.

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